Iniciar un proyecto de investigación, y más todavía desde la atención primaria, es una auténtica carrera de obstáculos. Además la dinámica habitual de la atención primaria, donde la actividad asistencial se impone sobre cualquier otra, supone que la realización de la tarea investigadora se tenga que realizar, normalmente, fuera del horario laboral. Todo ello supone que se requiere una alta tasa de voluntariedad para meterse en estudios de investigación. Obviamente para que esta voluntariedad se vea recompensada tiene que haber alguna contrapartida. El objetivo final de cualquier investigación es el obtener resultados que tengan alguna utilidad práctica y poder comunicar estos resultados a la comunidad científica en forma de publicación. Y, en nuestro caso, esa publicación se realizó el pasado mes de abril en la revista Anales de Pediatría.
El compromiso de los profesionales de pediatría de atención primaria con la promoción de la lactancia materna debe ser firme. Las maternidades tienen la gran responsabilidad de que el inicio de esa lactancia sea exitoso, pero durante los siguientes meses cualquier problema que surja con la lactancia estará en manos de los pediatras y las enfermeras de pediatría. En este sentido vimos que había una carencia importante en la consulta, sobre todo cuando los profesionales no tenían experiencia en tratar temas de lactancia o no tenían una adecuada formación en este tema.
Se recomienda que una toma de pecho sea observada en la maternidad y en el centro de salud
Un aspecto muy relevante para ayudar a las madres lactantes es ser capaz de observar la toma de pecho para identificar aspectos mejorables que permitan a la madre y el bebé conseguir tomas eficaces. La Guía de Práctica Clínica sobre lactancia Materna que el Ministerio de Sanidad publicó en 2017 recomienda que, al menos, una toma debe ser observada por un profesional en la maternidad y otra en el centro de salud. Hasta el momento no había ninguna escala de observación, que permitiera valorar de forma objetiva una toma, adaptada convenientemente al español. Y por eso nos decidimos a traducir y adaptar la escala Bristol Breastfeeding Assessment Tool (BBAT).
No había ninguna escala de observación de la toma adaptada al español
Y, en este sentido, estamos muy felices de haber aportado nuestro granito de arena especialmente en un tema tan importante como la lactancia. Y esa contrapartida para nosotros es suficiente para compensar todo el esfuerzo y tiempo dedicados a este estudio. Confiamos que esta escala pueda ser útil para el profesional en la asistencia diaria y en futuras investigaciones sobre la lactancia. El resultado de esta adaptación lo podéis consultar en abierto en la revista Anales de Pediatría.
Josep Vicent Balaguer Martínez
Pediatra de Atención Primaria